La osteopatía es una medicina complementaria que se basa en el conocimiento de la fisiología y la anatomía, que esto es algo fundamental para saber las relaciones que hay entre las diferentes estructuras y las funciones del cuerpo. Sabiendo esto vamos a localizar zonas que se muevan mal, que haya un aumento densidad o que haya una mala circulación. Una vez que hayamos detectado estas partes del cuerpo vamos a aplicar una serie de técnicas manuales para movilizar estas estructuras que están interfiriendo en un correcto funcionamiento no solo de la movilidad sino también del sistema nervioso, endocrino, visceral o circulatorio.
El objetivo de la osteopatía es localizar y tratar el origen de la sintomatología que hay veces que puede tener un origen mecánico, bioquímico o muchas veces debido al ritmo de vida que llevamos que tenga una causa emocional. El dolor solo es la manifestación de que algo no está funcionando correctamente, pero esto no quiere decir que el problema esté en ese lugar.
Esta manera de ver el cuerpo de una manera más global y tratar el problema desde la raíz es un complemento perfecto para la fisioterapia ya que nos va a ayudar a entender mejor que es lo que le pasa al paciente.
También es importante saber que el cuerpo tiene la capacidad de repararse por sí mismo y nosotros solo damos los estímulos necesarios para que el cuerpo vuelva a la normalidad, al final somos una especie de guía.
¿Cómo sabemos de dónde viene el problema?
Hacemos una serie de preguntas para saber cómo funciona el cuerpo del paciente y a continuación hacemos una valoración en la que buscamos faltas de movilidad en la columna vertebral porque de aquí van a salir los cables que van a conectar con las diferentes partes del cuerpo:
músculos, vísceras, piel… Dependiendo a que altura de la columna este ese bloqueo, lo relacionaremos con unas cosas u otras. Por ejemplo, de la parte lumbo sacra saldrán los nervios que van a ir a las vísceras del sistema genitourinario y digestivo bajo, pero también a los músculos de las piernas. Es así como vamos a relacionar un problema muscular con un problema visceral.
Una de las técnicas que usamos para mejorar esa falta de movilidad es lo que la gente conoce coloquialmente como crujir los huesos que nosotros llamamos manipulación, que es una de las muchas herramientas que usamos. Con esto lo que buscamos no es solo mejorar la movilidad de una vértebra, sino que buscamos a la vez mejorar la vascularización de la zona y dar un estímulo al sistema nervioso, sobre todo al sistema nervioso autónomo. Este consta de dos partes la simpática y la parasimpática. La simpática es la que se pone en funcionamiento si tenemos que huir del león, por ejemplo. Al ponerse en marcha nuestra frecuencia respiratoria y cardiaca va a aumentar y la digestión se va a parar ya que no nos interesa tener que ir al baño en medio de la huida. Por otro lado, el parasimpático es el que va a frenar la frecuencia respiratoria y cardiaca y va a activar la digestión.
Nosotros siempre decimos que tenemos un vaso de agua que lo vamos llenando a lo largo de nuestra vida por ejemplo con un golpe que nos dimos en la cabeza cuando éramos pequeños, como mal, fumo y tengo estrés en el trabajo, todo esto va a hacer que se desborde nuestro vaso de agua y es cuando van a aparecer los problemas. Nuestra misión en consulta es la de vaciar este vaso y lo vamos a hacer a través de la osteopatía mejorando las tensiones que van a ir apareciendo en el cuerpo.
Josu Medina. Fisioterapeuta y Osteópata en IA Center.
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