
Independientemente de lo que nos toque vivir(enfermedad, situación sanitaria actual, separaciones,pérdidas, crisis...) la clave está en cómo interpretamos esa vivencia, lo que nos decimos a nosotrxs mismxs en cada situación...ahí está el quiz de la cuestión para vivir bien.
Lo primero a tener en cuenta es que para cambiar el diálogo interno necesitamos tiempo y constancia. Es un entrenamiento y como tal requiere:
-Practicar a diario ( no se aprende de la noche a la mañana).
-Dedicación y esfuerzo.
-Desaprender para aprender.
Teniendo en cuenta que llevamos muchos años pensando de una determinada manera y cambiarla nos va a costar . Construyendo unos nuevos esquemas mentales que sustituyan a los aprendidos y que nos hagan vivir mejor. Nadie nace sabiendo hablarse bien, depende de factores que más adelante comentaré.
Voy a dar unas pinceladas para ayudaros a reflexionar sobre ello y si podéis comenzar a cambiar algo, ¡objetivo cumplido! Que os llevéis algún aprendizaje para poder ponerlo en práctica desde hoy mismo.
1.¿Qué es el diálogo interno?
*Sería nuestro Pepito Grillo, nuestra voz interior muchas veces inconsciente por lo que, si no nos paramos a escucharla, puede pasar desapercibida.
Todas las personas nos hablamos a nosotras mismas ,nos recriminamos cuando algo hemos hecho mal, nos felicitamos si conseguimos un logro,....nosotrxs mismxs podemos ser nuestro peor enemigx boicoteándonos con los mensajes que nos mandamos, en definitiva, maltratándonos. O nuestrx mayor aliadx: cuidando cada palabra y pensamiento para con unx mismx. Esta es la clave de la salud mental; aprender a hablarnos y tratarnos bien.
2.¿De qué depende ese diálogo interno?¿ Se nace o se hace?
Es el Eterno dilema entre psicólogos ambientalistas vs innatistas, naturaleza vs crianza.
Claramente los dos factores determinan cómo nos hablamos.
* La familia, las experiencia vividas, el ambiente en el que hemos crecido, cómo nos han educado y sobretodo como nos han hablado. En definitiva, aprendemos a hablarnos como nos hablaron de pequeñxs. Cuando nuestro cerebro era una esponja e iba absorbiendo cada palabra, cada silencio, cada mirada,... y también ,por modelado, nos hablamos como vemos que se hablan nuestras figuras de referencia. Esta claro que, a mayor exigencia en la educación recibida, mayor tendencia a hablarnos mal. No nos dejamos pasar ni una, como cuando de pequeñxs nuestrxs padres/madres así lo hacían con nosotrxs.
*Otro factor sería nuestra condición biológica, ésa con la que nacemos y determina, en gran medida, la persona que vamos a llegar a ser. Aunque también tenemos que saber que no nos limita ya que podemos aprender recursos para ir limando los aspectos de unx mismx que no nos gustan y así esa condición biológica no será tan determinante.
*Por último los recursos personales que a lo largo de la vida hemos ido adquiriendo. Estos recursos nos permiten manejar a este yo interno que nos habla para que no sea él el que nos domine. La resiliencia es la capacidad que tenemos de salir adelante a pesar de lo que nos suceda y aprender de ello. Porque en la vida, como decía al principio, no es lo que nos pasa ,sino lo que pensamos y nos decimos cuando pasa. En definitiva, qué hacemos con eso que nos pasa. Podemos decidir inmovilizarnos por ello o hacerle frente, cogiendo las riendas de la situación. Y esto, en gran medida, está determinado por cómo nos hablamos.
Esta claro que hay personas que tienen la suerte de que la vida les trata bien, tienen una familia, que además les quiere, tienen salud, trabajo,...(aún así se pueden sentir desdichados ) Y otrxs que desde que nacieron han tenido piedras en el camino, una tras otra... Estas personas quizá tengan que entrenarse más a fondo o quizá necesiten ayuda profesional para aceptar lo vivido pero no significa que su pasado determine el presente y mucho menos el futuro. Una vez que somos conscientes de ello ya está en nuestras manos poder cambiar.
3.¿Qué pasa cuando este yo interno Gana?
Pues que el diálogo interno se dispara en forma de pensamiento excesivo y empezamos a tener mucho ruido en la cabeza, ruido molesto que lejos de ayudarnos a pensar bien nos impide tener un pensamiento racional y por tanto nos hace sentir mal. Nos aturulla y nos bloquea. Es entonces cuando tenemos que sacar el "látigo" y poco a poco domar a esa fiera interna para que sea más benévola con nosotrxs.
*Yo suelo hablar de meterle en una jaula y decidir cuándo sale o no porque sino quienes estamos enjaulados somos nosotrxs. No consiste en decirse "no voy a pensar eso" porque ese pensamiento nos lleva a pensarlo más, sino permitirle pasar al plano consciente y una vez ahí hablarle "no voy a hacerte caso ahora, me pillas ocupado, además no creo que tengas razón" y racionalizamos la explicación por ejemplo.
4.¿Y cómo podemos domar a la fiera???
*Evitando anticipaciones negativas( centrarnos en el presente en lo que podemos controlar) ¿de que sirve ponerse en lo peor?¿nos resta sufrimiento si finalmente se cumplen nuestros peores pronósticos? NO!! .¡¡¡ASUMÁSMOSLO!!! Sufrimos antes y después. La anticipación no nos prepara, nos angustia y nos deja sin energía. Otra cosa es pensar para tener un planB (única anticipación realmente eficaz) pero no suele ser lo habitual.
*Siendo conscientes de las autoexigencias ,los deberías y la necesidad de agradar a los demás dejándonos a nosotrxs en un segundo plano. Los deberías son pensamientos irracionales que nos los decimos en modo de "debería o tengo que"con respecto a una conducta nuestra(debería estar más delgada, debería haber estudiado hoy, debería sentirme siempre feliz, etc....) y generan mucha CULPA o, de los demás (mi compañera de trabajo debería esforzarse más, mi madre debería ser más cariñosa, etc...) y generan FRUSTRACIÓN Y/O ENFADO
Primer paso: ser conscientes de ellos. Segundo paso: Cambiar debería por quiero o me gustaría. Si no lo hago no me siento mal. Es una opción, yo decido si lo hago o no con todas las consecuencias. Permitirnos fallar y asumir que no somos perfectxs.
*Quitándonos el reloj del control y asumiendo que no podemos controlarlo todo. Sólo lo que nosotrxs pensamos sentimos y actuamos. No podemos controlar que nuestra compañera trabaje más, dependerá de ella, no podemos controlar que nuestra madre sea más cariñosa, sólo depende de ella, etc etc....
*Frenando el pensamiento excesivo. Es como un ovillo de lana que está enredado y para desenredarlo hay que buscar el inicio e ir tirando...para descubrir qué es lo que nos está torturando y buscar el por qué de ello para poder ponerle remedio. Podemos usar el tiempo de la preocupación . Para ello buscamos un cuaderno y en él vamos a escribir qué nos preocupa. Todos los días lo haremos a una hora que decidamos. Cuando nos asalten preocupaciones o pensamientos intrusivos antes o después de esa hora nos diremos: "Ahora no es momento de hacerte caso" "Luego tendrás tu momento". Al principio quizá necesites 2 o 3 momentos a lo largo del día pero el objetivo es ir reduciendo a 1. Hasta que dejen de asaltarte porque ya eres tú quien dominas a esos pensamientos y no ellos a ti.
*Potenciando la flexibilidad de pensamiento. Tener un pensamiento flexible es la clave para vivir bien porque nos va a permitir valorar los acontecimientos buscando todas las alternativas posibles, viendo las consecuencias de cada una de ellas y tomando la decisión que consideremos correcta para nosotrxs aunque no sea la que al resto le guste. Además esta flexibilidad nos ayuda a poder manejar nuestras emociones y así poder sentirnos como queremos porque no son las situaciones ni las personas las que nos enfadan, entristecen o angustian sino que somos nosotrxs las que, con lo que pensamos, nos sentimos tristes, enfadadxs o angustiados.
Y ahora...¡A ENTRENAR!
Amaia de Marcos
psicóloga adultos Iacenter
- GuIA Center: Bruxismo
- GuIA Center: Contracturas Musculares
- Cómo elegir el mejor fisioterapeuta
- Neuromodulación percutánea
- Factores que provocan lesiones en los corredores
- Reduce el estrés en vacaciones
- Qué evitar cuando padeces una tendinitis
- La Punción Seca: Un Tratamiento Eficaz para los Puntos Gatillo Miofasciales
- Dolor de rodilla: causas, tratamientos y consejos para aliviarlo
- Ecografía en fisioterapia: una herramienta que facilita el diagnóstico y el tratamiento de lesiones